Nunca antes en mi vida había enfrentado esta decisión, alguna vez la considere cuando la desesperación por conocerlo me excedía. Claro, era una locura que con solo nombrarla me hacia sentir mejor...sabia que en el fondo no llegaría a tal limite, que algo bueno iba a suceder y lo conocería. Así fue, pero es otra historia.
Ahora es diferente, porque las emociones que me impulsan a hacerlo no son de alegría, valor y fuerza, sino de una dosis de lógica, temor e incertidumbre. Tengo miedo, mucho miedo.
Siento como mis piernas les va costando moverse y andar, como si estuvieran en un pantano de lodo y barro, realmente me cuesta mucho y no se si pueda lograrlo, ¡no se que diablos estoy considerando! ¿realmente estoy diciendo esto aunque me duela?.
Pero es lo correcto...porque los amo y sé que es lo que debo hacer, pero no quiero, no.
...A un día.
-Hija, estas segura de esto? yo aun no he tomado una decisión, todavía no es seguro, puedo irme contigo.
- No mamá, él te necesita, lo sabemos, no..- En el fondo estaba pasando angustia y llanto, no quería que se preocupara por mi estado, quería darle valor para que se mantenga firme y no afloje por mi. Mi hermano la necesita mas que yo en este momento. Realmente es así.
La tranquilizaba diciéndole que en el fondo no estaría sola, pero en otros momentos le decía:
-Se que es lo mejor, pero no se realmente como me sentiré, es como cuando vas a tomar una decisión sin saber lo que implica, no sé como estaré. Recuerdo cuando pocas veces en breves periodos de tiempo lo hice, en algunos sufrí mucho, no podía de la angustia y desesperación, la soledad siempre me ha atrapado en sus garras de temor. Y en otros casos lo lleve un poco mejor, pero ahora la decisión implica mucho más. Espero estar bien madre...
-Vas a estar bien hija mía, vamos a estar hablando, así va a ser y yo voy a acompañarte en pensamiento. Te amo hija.
- Y yo a ti madre, te amo mucho.
Aun así, seguía preocupada.
5.01.2014
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