Translate

viernes, 23 de octubre de 2015

Enfrentando al miedo


No puedo esperar a ver caer el último grano de arena en este reducido espacio de cristal. No puedo esperar a ver llegar ese día que me ha agobiado tanto con cada amanecer y anochecer.

Si hay algo que puedo hacer, es lo que ahora esta en mis manos. Ya no sufriré más.

Era una batalla programada como el fin de los tiempos, el fin de mi latir. Pero no esperaré a morir lento... No viviré para verme morir con cada día. Ni siquiera estaré presente para cuando llegue la desgracia y angustia a mi vida de alejarme de lo que mas amo.

Vivir atrapada por el destino y el miedo a lo incierto solo hace que desperdicie mi presente. Si tengo un don es el del valor, y es momento de usarlo. Pero...Esto implicaría traer ese lejano día a hoy.

¿Estoy segura de esto? Si es mi mayor temor, ¿Por qué apresurarlo a hoy?  No parece tener mucho sentido....Pero no soy cobarde, y es por eso que es momento de arremangarme, apretar mis puños y correr en dirección de este inmenso monstruo y enfrentarlo de una vez por todas!

No esperaré que venga por mi, pues yo... ya estoy yendo por él.

Tomé el reloj de arena en mis manos, fijamente agudice mi mirada y con un golpe rompí su vidrio haciendo caer al suelo por fuerza de gravedad todo su contenido; la arena y los trozos de vidrio. Con este hecho fui trasportada al campo de batalla. Absolutamente sola contra mi oponente.

Es un momento en el que solo podré encontrar mi libertad al encontrarle el rostro y sacarlo de mi camino. Me estaba anunciando a esta bestia que me había mantenido asustada entre sus garras como victima sin salida. Había programado mi muerte con al atravesar su lanza directo a mi corazón. Todo estaba destinado asi.

Traer ese momento a hoy es inesperado y nadie esta preparado... es una decisión difícil. Una decisión que no entenderías pero fui a derrotar a la bestia.

Dicen que del más allá no se vuelve, en ese momento no estaba sin vida, pero tampoco la tenía. Estaba en un estado de transición, un estado en el que tenía que escapar de esto sin dar explicación más que la que guardaba en mi interior.

Desde la tierra, me daban por muerta, pero no estaban lejos de la verdad, aun después de ir a derrotar a esta bestia, lo que abandone por venir a la lucha había sido invadido por las tinieblas, el frio y mi ausencia de calor. Había sacrificado este presente por traer a hoy el futuro que nos mataría. Aunque parecía la peor decisión, era la que nos salvaría de una muerte segura.

Y ahora, me he dado cuenta de la bestia a la que me enfrentaba. La bestia, es el miedo.

Su fortaleza es tu debilidad, apoderarse de ti cuando temes enfrentarlo es como te logra atrapar, y si no te das cuenta de este punto clave que marca la diferencia entre la vida y la muerte entre tú y este, inevitablemente ganará.

Pero cuando lo enfrentas, aun con temor, pero con valor, entonces tu fortaleza se vuelve en su debilidad y entonces perderá, escurriendo su presencia hasta desvanecer eternamente. Solo así.

Después de esto, un silencio se apodero del mundo, pues ya no estaba más. Ninguna espera más.

Pero ahora, debo regresar a lo olvidado.
29 /09/2015

viernes, 2 de octubre de 2015

Eventos predestinados

Muchas veces hemos pensado y sin saber que por cuestiones del azar, un día, en un momento y por absoluta coincidencia nos encontramos con un ser que cautive nuestro corazón, y que además, lo mas sorprendente es que surja una conexión mutua para acercaros.

¿Sería posible que no haya sido ningún predestinamiento y que en otra circunstancia y en otro momento habría sucedido exactamente lo mismo, pero con alguien totalmente distinto?

No lo sé. Pero es extraño, ¿Por qué surge con uno y no con cualquiera?

Creíamos estar destinados, y que nadie como quien vieron nuestros ojos podria ocupar ese espacio en nuestro corazón. Sin embargo, fueron una serie de circunstancias exactas y perfectas sincronizadas entre si que lo hicieron posible.

Mas aun, si la puerta de entrada estuvo en nuestra mirada, ¿Qué secretos son los que ignoramos?, sencillamente, todos los que algún día nos bajen de la fantasía. Nuestra mirada no puede ver la profundidad del alma del otro, a menos que... miremos con el corazón.

Pero nadie sabe hacerlo, y algunos se siguen preparando en la quietud del bosque, para que con los sentidos puedan descifrar el código del universo, ese código creador de los eventos mas extraordinarios e inimaginables que suceden en este mundo; esos eventos que finalmente nos colocan en este tiempo y no en otro; esos eventos, que nos hacen creer que realmente no pudo ser de otra manera.

La pregunta es, ¿Cómo saber cuando fue una cuestión del destino o simple casualidad?

¿Cómo saber si lo sucedido fue un milagro perfecto del universo o solo una cuestión de azar?

La respuesta esta si le preguntamos a nuestro corazón, solo él esta conectado con el universo, y si sabemos escuchar nos dirá lo que es.

Ya lo sabes, y no necesitas pruebas. 

15.05.2015