Tarde o temprano llegan las celebraciones de invierno, y en cada casa se empiezan a ver arreglos, luces, y un ambiente tan familiar que se hacen desear.
El clima se va poniendo aún mas frío; unos cuantos grados bajo cero y allí me encuentro yo. Esta vez sola en Navidad.
La casa con sus dos chimeneas y muy bien decorada en su interior mantiene la calidez para mantenerme aquí guardada por toda la estación.
Mientras pensaba en lo que podía hacer para pasar la Navidad, entra una llamada:- ¿Aló? ....Mamá!! Como estas??
(...)
- Si.!.. si.. estoy bien mamá, la casa esta bien!
(...)
- Si Mamá.., y allá? ,
(...)
- Lo sé...si...si ...no te preocupes, estoy..si...estoy bien mamá, todo esta bien.
(...)
-Yo también te amo mamá, nos veremos pronto.
(...)
- Un beso!
A pesar de mi soledad en Navidad mi madre estaba muy pendiente de mí. Pero aún así, estar sola en Navidad tiene una sensación muy diferente, una sensación extraña, pero amena, o eso era lo que podía decir en algunos momentos, quizás en otros la soledad no era por mi alrededor sino en mi interior.
26.11.2015
