Siempre encuentro esos momentos en los que me sorprendes. Brotan de tu espalda multicolores jardines y tus ojos me entregan transparentes cascadas mientras alzamos vuelo hacia cielos despejados, mientras mi boca en tu boca de deshace...
Lejos o cerca recuerdo muy bien el día que por primera vez te amé...el día que me cautivaste en ese entonces a través de la pantalla del ordenador. Porque para mí no existen lejanías, y las cercanías se diluyen en inmóviles recuerdos que se enredan en mi cuerpo y mi corazón cada vez que traigo a mi memoria los momentos tan maravillosos que siempre vivo a tu lado.