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jueves, 18 de agosto de 2016

Se acabó la vida


"Algunos llaman al cielo el lugar donde vas después que termina tu vida. Depende de lo bien que hayas actuado podrás viajar allí o no. 

Pero la realidad es que nadie lo sabe, hasta que es hora de la partida."

Esta no era una típica estación, era totalmente iluminada, resplandeciente y hasta en cierto punto cegadora. No se podía esperar algo menor del lugar que nos llevaría hacia lo celestial.

Y aquí estoy yo, llegando a la estación mientras un tren se pone en marcha para irse.

-Parece tendré que esperar un poco más hasta que llegue el próximo tren.-pensé


Se siente un ambiente muy apacible, y en esta espera el lugar te tienta a pensar qué tanto aprovechaste la vida...

Después de todo, ingenuamente nunca consideramos lo limitada que era.

Puedo ver que en las sillas hay algunos niños, y en otras una pareja de ancianos.

No logro distinguir que edad tengo...aunque quizás eso no sea tan importante.

Solo puedo preguntarme: 
-¿Por qué solo cuando has perdido lo que fuere....te das cuenta de lo valioso que era? 

-...Y era tan maravillosa la vida...-Decía mientras sonreía recordando de sus verdes, sus océanos, su cielo...

-Ya es hora, en breve estará aquí el tren. -Dije después de ver el aviso que anunciaba su llegada.

Entonces, veo a lo lejos una sombra que viene corriendo hacia a mi.

-¿Quién podrá ser?-Me pregunté

-Espera!!... Espera!!
-¿Eh?..
-No te vayas!! Por favor!! 
Un poco sorprendida lo miro, a lo que le digo: ¿Tu también viajarás en este tren? 
- ¿Que?, ¡No!......no.............- y añadió- ¿No me recuerdas? 
- Mmm....si, pero..., si no vas a abordar, ¿que haces aquí?

Se le veía muy nervioso, angustiado y quizás soportando un llanto interno muy profundo.

-Quiero pedirte por favor...no subas......por favor....

Pero mi rostro, sin ningún tipo de maldad le sonrió, y le dije entonces:

-No pasará nada malo, todos en algún momento tenemos que subir y partir.
- Pero..., ¿y si no es ahora? ¿Si no es este el tren? ¿Si es otro? ¿Cómo sabes que debes irte?
- Es que, es muy sencillo.......se acabó la vida. 
- ¿A que te refieres?
Era curioso como sus preguntas inocentes me generaban cierta gracia.....

-Eres un buen hombre....te lo explicaré en lo que llega el tren...
Mira....a todos nos dieron limitadamente el regalo de la vida, pero no nos dijeron hasta que momento la tendríamos. Si no es tu momento de tomar tu tren, debes volver y aprovechar lo mejor que puedas cada instante en que tu corazón y pulmones sigan manteniendo la mecha encendida de tu vida. 

Nunca sabrás el momento en que vivirás el último día con ella.

- Es que.... -su rostro miró hacia el piso. - ...también he dejado pasar mi vida, viendo desde lejos como se me escapaba de las manos, como no protagonizaba en ella lo que realmente deseaba, sé que tampoco me queda mucho tiempo....pero....

No quiero perderla más...-dijo mientras me miraba fijamente a los ojos.

El tren entonces llegó, y aún no podía entender la razón por la que estaba aquí.

-......debo irme....creo que mientras la tengas, siempre podrás aprovecharla.- le dije finalmente

-Por eso estoy aquí. Quiero que vengas conmigo.

Quedé totalmente paralizada, y ahora, me estaba poniendo en un momento muy difícil.

-Sabes que aunque lo deseo también, solo tenemos una; viví la mía lo mejor que pude, compartí con quienes amo, con mi familia, con mis sueños. Tal vez no cumplí todos ellos, y tal vez muchos caminos tomé, pero hice todo lo que pude.

-Quiero que volvamos al tiempo, y me permitas hacer parte de tu vida; compartirla juntos. Espero no sea demasiado tarde, siento mucho que haya llegado este momento para decírtelo.

-"Todos los pasajeros, ultima llamada para abordar." 

Entonces, solté mi maleta, y le di un abrazo inmensurablemente grande. No sabía que iba a suceder en ese instante, la última llamada para abordar pendía de uno o dos minutos.

Empezó a temblar el suelo, y el brillo de aquel lugar se expandió tanto que llenó todos los rincones del hangar.

Solo podía sentir como todo a mi alrededor empezaba a moverse tan rápido que me dificultaba distinguirlo con mis ojos.

Poco a poco, líneas resplandecientes y muy luminosas se apoderaron del escenario. Quizás ya habíamos subido al tren y su velocidad era incalculable. Quizás no me di cuenta y estaba abordo, camino al cielo.

No se cuanto tiempo pasó, pero una fuerte brisa lo terminó.

Seguía abrazada a él y un aire fresco nos rozaba. Estábamos en la tierra.

Cuando él despertó, pensó que había sido victima de un sueño muy extraño. Rápidamente puso sus pies sobre el heno, y salió de aquel establo, pero sus intentos por recordar algo no le ayudaban.

Corrió hacia lo que parecía una extensa pradera, divisando un corral grande con algunos caballos dentro. Entonces, al bordearla con su mirada desesperadamente en busca de alguien que le explicará que sucedía y donde estaba, aparecí justo del otro lado de la misma.

Tenía un falda que me llegaba hasta los pies, un cabello largo y un sombrero. No tardó en reconocerme y corrió urgido a mi encuentro.


Éramos nosotros, jóvenes de nuevo y con toda una vida por delante.

Aun teníamos tiempo, de aprovechar nuestra vida. 
17.08.2016