Siempre me he preguntado si hay algo peor que la muerte, o si ella es la que se lleva todos los miedos y temores que cualquiera pudiera reunir en su solo acontecimiento.
Aunque nadie haya vuelto de ella para contarlo, de algo si estoy segura, y es que en la vida no hay cosa peor que vivir muerto.
¿Por qué razón estaríamos respirando, comiendo o andando si ya estuviéramos muertos?
Sin embargo, por alguna razón seguimos en pie. En varios días me he cuestionado para que vivo, que propósito tiene, pero también, la misma muerte me asusta mas que desconocer lo primero.
Estar muerto en vida, es no tener por qué luchar, no tener a quien amar, ni nada que esperar, y del como la oscuridad y depresión va invadiendo tu mundo. Pero sobre todo, no tener a quién amar.
Si te has dado cuenta que te está sucediendo, más vale no perder de vista las pocas luces que aun quedan, pues a medida que vamos cerrando nuestros ojos ante la desesperanza, mas probable será quedarnos atrapados viviendo cada segundo de aquel desastre emocional como si fuera una eternidad.
Quienes finalmente se agotan de vivir muertos, cierran sus ojos esperando que esa vez pueda ser la despedida, entonces la vida se vuelve una desesperanza y la muerte su contrario.
Mueres cuando te sientes inútil, cuando tu existencia pierde sentido y es indistinto si vives o mueres.
La mayoría de las veces en que todos nos despedimos será por esto último mas que por cualquier otra cosa.
Mas de una vez me he sentido muerta...y pienso en todos ellos que aun lo sienten. Pero me es imposible ayudarlos, porque yo también estoy igual.
Si alguna vez te saqué de aquel encierro, sería de gran ayuda que ahora lo hicieras para mi.
Pienso mucho en la muerte. Estoy esperando a que vengan por mi. No quiero estar más aquí. Ya no quiero más.
Ya pedí que me recojan, solo es cuestión de tiempo. Pero no me han dicho cuanto....
22.03.2017
